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Edita: Editorial Club Universitario Telf.: 96 567 61 33 C/Decano, n.º 4 – 03690 San Vicente (Alicante) Imprime: Imprenta Gamma Telf.: 965 67 19 87 C/ Cottolengo, n.º 25 – 03690 San Vicente (Alicante) Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright.
Exvoto, como se llamó en otro tiempo, simula abrir la corredera exterior que da acceso a esa pequeña peluquería de barrio en la que habita de alquiler desde hace una vida. Pero lo que en verdad hace es abrir una puerta al pasado que le permita vivir el presente como si de una ilusión pretérita se tratara. Antes, ha sacado todo un rosario de llaves con las que se asegura de forma ritual de que nadie invada sin su permiso ese espacio mágico y sagrado que le pertenece. Entra, enciende los fluorescentes, barre por encimilla y limpia el escaso polvo acumulado entre la tarde anterior y el nuevo día. Sus movimientos rutinarios delatan una vida de experiencia al servicio de la profesión. Lociones, colonias, peines, tijeras… Todo perfectamente organizado. Lo ha hecho tantas veces que no es de extrañar que a pesar de su avanzada edad pueda realizar la tarea con los ojos cerrados. Tiene cara de pez, quizá un jurel con las agallas bien señaladas.
Mientras Exvoto hace todo esto, tú, con la ilusión de estirar la noche del viernes, te remoloneas en la cama. Te levantas y vistes con la misma rutina con la que el viejo procede en su peluquería. Sabes que es tu peluquero porque le conoces desde que eras un crío. Habla, si le hablas, si no, te corta el pelo en silencio. A veces te pela, otras te afeita, hoy toca el doblete. Lo temprano del día, un desayuno copioso y el suave tacto del carey y el metal acariciándote el cogote hacen que tu espíritu se acurruque en brazos de una modorra reparadora. Caes en un éxtasis que flirtea con el sueño. Son sus manos de peluquero sabio y experto las que obran el milagro. Te pregunta si quieres afeitarte. En tu cara se dibuja un claro gesto de complicidad que dice sí. Supones que si hablas romperás el encanto en mil pedazos. Al compás de la espuma de afeitar un sopor denso te transporta a la infancia, babeas. Por el camino, oyes repasar la navaja sobre el cuero gastado del afilador. La vida es un bombo lleno de infinitos números que gira empujado por los brazos de leyes físicas universales, el principio de incertidumbre, la relatividad especial, el tiempo einsteiniano. Cuántas veces habrás ido a pelarte. Cientos, quizás miles. Pero con terquedad desesperante, el bombo siempre escupe la misma bolita con el mismo final. El viejo hace su trabajo, tú, con una cara de satisfacción que te delata, pagas, sonríes y dejas una propina que nunca te parece suficiente. Quién puede esperar otra secuencia de acontecimientos que no sea ésta. Nadie.
Dentro del bombo las historias posibles son tantas que si pensáramos en ellas con sus desarrollos y finales diferentes, podríamos enloquecer. Pero si hay una variedad tan extensa de posibilidades por qué tiene que salir siempre la misma bolita con un final tan previsible y poco estimulante. Sabemos que mientras el bombo gira, las historias se mueven hacia un tiempo que aún no existe. Para entonces Exvoto te ha rasurado un trozo velludo de tu cara situado entre la patilla, el cuello y la barbilla. Limpia la navaja y la repasa sobre la cara de ataque del afilador. Un hilillo de baba te corre comisura abajo. El viejo con cara de jurel estudia su próximo corte. Tú, ajeno y confiado, ni te enteras. El bombo se detiene. Abres los ojos justo cuando escupe la bolita. En ese momento Exvoto se prepara para darte un último repaso. Su mano izquierda aprieta tu cabeza contra su pecho, con la derecha te rebanea el cuello. Su cara, su expresión… es la de siempre, pero el final de la historia no es el que esperabas. Sin saber cómo ni por qué, caes al suelo desangrándote como un cerdo. Entonces, con la dificultad propia de un anciano, Exvoto se sienta en el sillón barbero en el que hasta hace solo un momento disfrutabas de una salud de hierro y de toda una vida por delante. Ausente, deja caer la navaja al suelo. Sus ojos envueltos en un halo de locura miran absortos el horizonte de sucesos que hay al otro lado del espejo de la barbería. El bombo gira de nuevo.
Madrid, 9:00 a. m. Un día cualquiera en el futuro del El presidente del colegio electoral le hizo repetir la pregunta. Los sonidos, en la forma y el orden que adoptan los fonemas, le habían llegado con nitidez meridiana. Era evidente que no estaba sordo, tan solo le extrañó la oportunidad de la misma, la respuesta le parecía tan obvia como la pregunta innecesaria. Pensó que la intención última del joven periodista con cara de contrato de trabajo en prácticas, a la hora de hacerla, no podía ser otra que la de sellar de manera oficial lo evidente. Y lo evidente era que desde que se abrió el colegio electoral la afluencia ciudadana a las urnas estaba siendo masiva.
Qué le parece el nivel de participación, volvió a preguntar el periodista al ver la cara de extrañeza que había puesto el presidente del colegio electoral. De segundas, ya no le pareció tan superflua. Era obvio que los dos conocían la respuesta porque estaban metidos en el ajo, pero a esa hora de la mañana debía de haber cientos, miles, quizá millones de criaturas que, recogidas en sus hogares, con una taza de café humeante en una mano y la tostada calentita en la otra, esperaban ansiosos una respuesta. En nuestro colegio electoral, presumió por fin el presidente, la participación es incesante, Se atrevería a augurar qué abstención habrá al final de la jornada, “puff…”, resopló antes de responder, Todavía es pronto para hacer pronósticos, pero aún a riesgo de equivocarme, le diré que, de continuar esta afluencia, al final de la jornada podríamos tener un récord histórico de participación.
Ya lo han oído ustedes, desde PTV televisión, la televisión del barrio, la cara amiga de la noticia, gritaba el joven periodista cantando la noticia como si del premio gordo de Navidad se tratara, récord histórico de participación. Lo ha dicho nuestra voz anónima del día, una voz anónima a la que PTV televisión siempre le pone un rostro conocido, en esta ocasión, el del presidente del colegio electoral en el que nos encontramos, muchas gracias, Ha sido un placer, terminó diciendo el presidente con una sonrisa en sus labios. Sonrisa que al final de la jornada hubo de multiplicarse por todas las veces que viera su cara y oyera su voz en los diferentes noticieros de todas las cadenas televisivas del país.
El periodista abandonó el edificio del IES donde se ubicaba el colegio electoral y, a unos metros de la puerta, apuntó con el micrófono a una ciudadana que venía de ejercer su derecho a voto. La víctima, acorralada, no pudo hacer nada para evitar el envite, pero cuando vio ese pedazo de artefacto pegado a su boca, tampoco pudo evitar espetarle, Aparte ese trasto de ahí, joven, deje que al menos se me vea la cara, Viene usted de votar, señora, preguntó a bocajarro el niñato, De dónde voy a venir si no, jovencito, respondió con cierta impaciencia. A la segunda pregunta del periodista, Le ha parecido compleja la pregunta del referéndum, la señora contestó mucho más tranquila, No, no, al contrario, me ha parecido simple y concisa. Y para PTV televisión, le importaría desvelar el sentido de su voto, A qué se refiere, Lo que le pregunto señora es si le importaría decirle a toda España, si ha votado Sí o No, La verdad, no me importaría decirlo… si lo supiera, pero NO LO SÉ, Acaba de salir del colegio electoral y no recuerda qué ha votado, Quién le ha dicho a usted eso, El qué, contestó inquieto el periodista en prácticas, Que no recuerdo mi voto, Bueno usted ha dicho… No, usted es el que no sabe lo que dice, para ser periodista no se maneja bien en los asuntos de la entrevista, me ha preguntado qué es lo que había votado, y yo le he respondido que no lo sabía, no es lo mismo caballero, saber que recordar.
El joven en prácticas notó que el nudo de la corbata le estrangulaba el cuello. En milésimas de segundo se le pasaron por la cabeza mil y una ideas disparatadas, desde salir corriendo y no parar hasta encontrar otro empleo, hasta la de pegarle a la loca con el micrófono en la cabeza. Al final una solución intermedia vino en su ayuda. Dejó a la interfecta con la palabra en la boca y como si el sexo hubiese tenido la culpa del fiasco periodístico, buscó consuelo informativo en un ciudadano, con “o”, de masculino. Disculpe, caballero, Viene de votar, preguntó con recelo. La cara del entrevistado le pareció la de un inmenso pan ácimo recién horneado listo para mojar en aceite de oliva virgen extra, variedad Picual. El joven, a esa hora de la mañana, todavía no había desayunado. Antes de hacer la pregunta, el periodista esbozó una sonrisa que escapó hacia la cara del hombre con la facilidad con la que un globo de feria se fuga de la mano de un niño en busca del cielo, después dijo, Aquí y ahora, para PTV televisión, le importaría desvelar el sentido de su voto, Y qué quiere usted que le diga, A ser posible, la verdad, Pues la verdad, sonrió el entrevistado, es que NO LO SÉ.
Como usted comprenderá todo esto me parece un dispa- rate. El secretario de Estado miró con consternación al Minis-tro de Interior, compartía su inquietud y se lo hizo saber con un gesto de esos que se ponen en los pésames, a medio cami-no entre el “lo siento mucho” y el “no somos nadie”. Además, como todavía no eran ni las doce del mediodía, pensó que el ministro una vez más se adelantaba a los acontecimientos, no se lo dijo, sabía la respuesta, Para eso nos pagan, señor secretario, para adelantarnos a los acontecimientos. Eso era cierto, pero también era cierto que llevado por esta actitud de premura, en más de una ocasión, de no haber mediado su intervención, el ministro habría metido literalmente la pata. Pues hasta que no se desprecintaran las urnas y se contaran las papeletas una a una, no habría forma humana de estar seguros de aquello que su jefe, en la lejanía del tiempo, vivía ya como algo real. Le ruego que no se altere, bien sabe usted lo mal que toda esta tensión nerviosa le viene para su delica-do estado de salud. Y a sabiendas de que no era la primera vez que tenía que capear con un temporal parecido, el sub-secretario se dispuso a desplegar esa amplia panoplia de estrategias que tan buenos resultados le había proporcio-nado en ocasiones parecidas, tales como el atentado, por fortuna frustrado, que islamistas radicales querían perpe-trar contra edificios emblemáticos de la capital de España, después añadió, Mi intención, señor ministro, no era otra que desdramatizar la situación, quitar hierro a una hipó-tesis que, aunque plausible, no deja de ser solo eso, una hipótesis y, de camino, prevenir con una buena dosis de calma cualquier atisbo de preocupación que pueda mellar su delicado estado de salud. La cara del ministro se relajó algo, ya no era la de un hombre a punto de caer inmerso en una crisis de pánico, de todas formas, para prevenirla, se echó un prozac a la boca que su lengua recogió con el tien-to y el cuidado con el que una gallina clueca se posa sobre la puesta en la que reposan sus futuros polluelos. Déjeme hacer, descargue responsabilidades sobre mis espaldas, sepa que ya he dado órdenes encaminadas a investigar esta broma macabra que algunos votantes se empeñan en gas-tarnos, Algunos no, señor subsecretario, rectificó el minis-tro, Algunos, pocos o muchos, para el caso da igual, estoy convencido que bajo esa siniestra frase de NO LO SÉ, tan solo se esconde la lógica e inocente prevención ciudadana para hacer pública lo que por otra parte, con bastante sen-satez, consideran una información privada. En mi modesta opinión este es un Referendo que jamás se debió celebrar, el ministro asintió con la cabeza, Pero hecho está, así que como responsables del Gobierno de la Nación no nos queda otra que la de asumir y respetar su resultado. Y ahí le doy la razón, no debemos hacer juicios anticipados que más que ayudar, mellen nuestra resistencia física y anímica ante una jornada que ya presumo bastante larga. Sé que cuento con su profesionalidad, me doy cuenta de que he sido muy injusto con usted, le pido disculpas, como bien ha dicho el miedo y la aprehensión nunca han sido bue-nos consejeros de la angina de pecho, nos ha tocado vivir momentos delicados, también soy de los que piensan que este plebiscito nunca se debió celebrar, pero a situaciones políticas desesperadas, soluciones desesperadas. Estamos en el ojo del huracán, como en el treinta y seis, la expre-sión del ministro delató un gesto de pesimismo. Usted y yo sabemos que este referendo se ha celebrado por imperati-vo de la Corona, los últimos acontecimientos sociales en torno a esa historia de la Maldición que pesa sobre la Selección Nacional de Fútbol han condicionado a su fa-vor la oportunidad del mismo, pero aparte de esto, ten-drá que convenir conmigo que esa especie de amnesia mental que desde tempranas horas afecta a los votantes es, cuanto menos, inquietante, Desde luego no es fácil de entender… el estrés asociado a una situación políti-ca de estas características, la intensa presión mediática sobre la consulta, pero sobre todo, y esto es lo que yo creo que más les influye, el miedo a señalarse pública-mente de republicanos o monárquicos hace que cuando se les encuesta, no se expresen con la libertad deseada. Debemos tener en cuenta que nunca antes se le había brindado al pueblo español la oportunidad de elegir vía referendo, la continuidad de la Monarquía o la restau-ración de la República. Por este motivo es necesario que nos mostremos animosos pero también cautos, no de-bemos dar la impresión de que los acontecimientos nos superan. En cuanto tenga los primeros indicios…, Por eso no se preocupe, Antes de una hora quiero un análi-sis preliminar, Se lo haré llegar personalmente, confir-mó el subsecretario, Piensa que debería informar al Pre-sidente del Gobierno, Todavía es pronto, señor, pero la verdad es que… NO LO SÉ, respondió el subsecretario, que solo se dio cuenta de la metedura de pata cuando vio los labios blancos del ministro en compañía de una piel pálida de vampiro que lleva una eternidad sin pegar mordisco. Dadas las circunstancias, no creo que sea la respuesta más oportuna, Lo siento, comprenderá que no era mi intención… se disculpó el subsecretario, Re-tírese, déjeme a solas, ordenó el ministro, y así se hizo para descanso momentáneo de los dos.
Qué es esto, preguntó el ministro descompuesto, El informe, señor, Cómo dice, gruñó el ministro, le pedí un informe no un ladrillo, qué significa este mamotreto. Terminada la pregunta, el ministro pareció perder fuelle, respiró hondo, se encajó sus gafas de presbicia y empezó a ojear aquel tacho de folios y más folios, informe Operación Ogro, informe Operación Canto de Sirena, informe Operación Cobra, informe Operación Espíritu Santo, informe Operación Lolita, informe Pelícano, Falta algún informe, ironizó al hacer la pregunta, Eso es todo, dijo el subsecretario obviando la ironía del ministro, le diré que si bien exhaustivo es esencial para comprender el momento histórico que estamos viviendo, Histórico lo será para usted, para mí es calamitoso, Me permito recordarle que esa manifestación suya obedece a un punto de vista exageradamente pesimista, Cómo se atreve, volvió a gruñir el ministro, Si me permite la sugerencia, le diré que el asunto manejado con habilidad, lejos de perjudicarle puede que incluso le beneficie. El ministro, con la intención de que de una vez por todas le explicara con pelos y señales el contenido de aquel dosier en el que, con letras de imprenta, aparecía en portada un sello sobreimpreso con la palabra “SECRETO”, le rogó que se sentara.
Convencer debe ser algo así como desarrollar una fuerza lógica capaz de vencer la resistencia que el otro opone a nuestros argumentos con una fuerza igual pero de sentido contrario. Una especie de Principio de Arquímedes en versión psicológica. Desde luego que el subsecretario no aspiraba a tanto; como a cualquier funcionario de bien, le bastaba con asegurarse de que cumplía con sobradas garantías, a la responsabilidad política adquirida, y a pesar de que eso de oírse a sí mismo le encantaba, sobre todo, y como era el caso, cuando se creía en posesión de la verdad, esta vez, ayudado por el agrio que se había instalado en el rostro del ministro, decidió, con mucho acierto, ir al grano.
Traigo conmigo un resumen, dijo, mientras le alar- gaba un par de folios al jefe. Y como vio que arqueaba las cejas en señal de sorpresa, añadió con un guiño de complicidad, Es un esquema para que no se pierda, léalo, insistió el subsecretario. Después de ajustarse las lentes de vista cansada, pudo leer, Por su seguridad, que no es otra que la del Gobierno de la Nación y el propio Estado, sería aconsejable activar el grado uno de máxima alerta, tenemos sobrados motivos para pensar que hay más de una mirada puesta en estos informes. En el interior del sobre lacrado figuran los nombres en clave que debemos utilizar a lo largo de la conversación y un número de expediente con el que se registrará la graba-ción de la misma. Con el sistema de grabación se activará un mecanismo de distorsión de voces que unido a la difi-cultad de relacionarnos con los nombres en clave permi-tirá mantener un alto grado de impermeabilidad, segu-ridad y confidencialidad informativa. Antes de separar el lacre y extraer el documento adjunto, el subsecretario pidió permiso al ministro, cosa que éste hizo a regaña-dientes. El protocolo también exigía que fuese el ministro el primero en leer su contenido, un instante después lo haría el subsecretario.
Está bien, NH3, dijo la nueva voz distorsionada del ministro, rebautizado por obra y gracia de la seguridad del Estado con el sobrenombre de H2O, espero, por su bien, tenga motivos más que sobrados para actuar así, No le quepa la menor duda, dijo la voz falseada del subsecretario, quien no pudo evitar que sus palabras vinieran acompañadas de un agrio e intenso hedor a amoniaco. Lo que va a oír, señor H2O, le va a parecer… Por favor NH3, déjese de formalidades, el nombrecito H2O ya es de por sí lo bastante ridículo como para que usted lo exagere aún más, si va a referirse a mi persona con la frecuencia que presumo, preferiría que utilizara la fórmula H2O sin el señor delante, Como usted mande, H2O, de cualquier manera estoy convencido de que lo que voy a contar, no va a ser de su agrado, Ese tipo de conjeturas déjemelas a mí, usted al grano, La verdad… reconoció el pobre subsecretario, es que no sé por dónde empezar, Lo normal en estos casos, si a usted no le parece descabellado, es hacerlo por el principio, Para esta historia no hay un principio ni un final lógico, añadió el subsecretario con un cierto aire de misterio. Mire, H2O, como inferior suyo que soy en escalafón, estatus y sueldo, reconozco que me hubiese gustado, aunque solo fuera por aquello de hacer méritos para ascender, presentarme ante usted con uno de esos informes que ganan medallas sin necesidad de combatir en batalla alguna, pero mucho me temo que no es el caso, Por Dios, NH3, se apresuró a cortar el ministro, vaya al grano se lo ruego, no está el día para circunloquios. Bien, prosiguió el subsecretario, acaso puede la Ciencia explicar el Arte, rotundamente no, se respondió NH3. Su singularidad es algo que escapa a los dominios del método científico. Qué variables podemos observar en una pintura, qué dimensiones podemos medir en una novela o en una sinfonía, por citar unos pocos ejemplos. Estamos acostumbrados a que la ciencia adapte la realidad al sentido común y no al revés. Pero cuando nos enfrentamos al estudio y explicación de una realidad para la que no disponemos aún de los instrumentos adecuados, qué podemos hacer, No lo sé, respondió ansioso el ministro, dígamelo usted NH3, Solo se me ocurren dos soluciones, o bien aceptamos la realidad tal cual, en cuyo caso estamos obligados a no hacer demasiadas preguntas, o bien intentamos explicarla desde un punto de vista menos científico pero más pragmático. Y al igual que no rechazamos una obra de arte abstracta por mucho que atente contra el sentido común de la gente, por no hablar del buen gusto, la explicación que estoy a punto de aventurarle, tampoco deberíamos rechazarla por muy rebuscada y surrealista que nos parezca. Ojalá en toda esta historia, dijo NH3 elevando la vista al cielo, existiera un punto de partida único, claro y determinante, un cabo que nos permitiera tirar del hilo hasta desenredar la madeja en su totalidad. Como esto último se me antoja imposible, con su permiso, voy a comenzar por leer los documentos anexos del Informe Pelícano, que si bien no ayudan a desenmarañar el enredo en su totalidad, al menos sirven para deshacer en parte el nudo gordiano que aprieta la historia.
INFORME PELÍCANORecopilación de diversos documentos numerados del Documento n.º 1. Despacho del General Mola al General Sevilla, 13 de abril de 1936 Aprovecho esta nueva oportunidad que me brinda el destino, para, con inmensa alegría, comunicarte que el General Queipo de Llano ha resuelto sumarse a nuestra causa. Sí, ya sé lo que estás pensando, no es fácil confiar en alguien que se ha mostrado como un destacado militar sublevado contra la Monarquía y que ha sido Jefe del Cuarto Militar del Presidente de la República. Pero quiero que sepas que ha sido él mismo quien se ha ofrecido voluntario a defender con las armas nuestra causa, sin que hayan mediado presiones de índole ideológicas y mucho menos corporativas. Puedes dar por hecho que Sevilla es nuestra, recemos para que así sea.
También quiero informarte de otro asunto de tu interés. El comisario de policía Sr. Báguenas se ha entrevistado en Estoril con la mano derecha del señor Jules Rimet, presidente de la FIFA. En la reunión, como era tu deseo, se habló del tema de la Federación Nacional de Fútbol y del reconocimiento oficial por parte de dicho organismo de una selección nacional que vista el uniforme del Alzamiento. En palabras del propio Jules Rimet, tal reconocimiento se hace imposible por ahora. Lo más que hemos conseguido es una promesa formal, para que si el Alzamiento se alargase, cosa improbable, ninguna de las dos selecciones, nacional y roja, puedan jugar partidos oficiales. Ya sabes cómo son estos franceses, mucho presumir de champán caro y comida refinada, pero pocos cojones para los asuntos de Estado.
Por último y no te entretengo más, te informo que el secretario del señor Jules Rimet le ha entregado al comisario Báguenas un sobre lacrado a tu nombre, con remite de la Société Astrologuique de París. La carta y su contenido te será entregada en mano por nuestro fiel Báguenas, que como sabes, en estos momentos viaja ya con destino a Canarias.
Esperando que las noticias hayan sido todas de tu agrado, se despide tu amigo y compañero.
INFORME PELÍCANODocumento n.º 2A París 14-3-1936Société Astrologuique de ParísCarte du ciel de Francisco CofrancNacido en su ciudad natal, el Ferrol, el cuatro de diciembre de 1892, cuando eran las cero horas treinta minutos.
Mi querido y estimado amigo:Del análisis pormenorizado de las cartas astrales de los tres generales que aspiran a hacerse con el poder se concluye que la suya es, sin ningún género de dudas, la más afortuna-da. Pues mientras que los astros dibujan un porvenir cierta-mente trágico para los otros dos militares, a usted le trazan un futuro lleno de esperanza y gloria.
Como verá, la espina dorsal de esta disposición es una línea de oposición solar-lunar que conforma el eje central de dos figuras geométricas, un triángulo y un rectángulo unidos por dicho eje. En la hipotenusa del citado triángulo, casi caí-do, se encuentra el planeta Marte. En el centro del rectángulo se dibuja un polo mayor formado por la oposición de Saturno y Júpiter lo que deja al descubierto una serie de peligrosos enfrentamientos y divisiones entre diagonales. A todo esto hay que sumar la tensión interior que forman la oposición de las fuerzas enfrentadas del Sol contra la triple conjunción de la Luna, Neptuno y Plutón. Y por si esto fuera poco, el planeta Marte está formando, junto a estos dos polos enfrentados, un triángulo rectángulo de cuatro casas. La tormenta en el cielo parece inevitable.
Sin embargo la configuración planetaria más pintoresca es la que encontramos en la fuerza contrastada del Sol, Sagi-tario y Saturno junto a la triple conjunción de la Luna, Neptu-no y Plutón, con la de un Júpiter inmenso y luminoso que nos permite divisar las dos caras de una misma moneda. Una, luminosa, llena de fuerza y grandeza, opuesta a otra, llena de debilidad y preocupación. Las dos caras de una psiquis encorsetada entre dos mundos enfrentados a los que usted quiere satisfacer por igual y que representan la eterna lucha entre el Bien y el Mal. La imagen clara de un san Miguel cru-zado influyéndole por un lado, frente a las fuerzas maléficas del Dragón infernal devorándolo por el otro. Si hay alguien que pueda salir victorioso de este enfrentamiento es sin duda alguna el dragón, pues la posición lunar perfila un horizonte bastante tenebroso.
Hablemos por tanto de un DESTINO escrito en mayús- culas. Un destino dibujado en el azul profundo de un cielo que se empeña una y otra vez en mostrar la imagen de un líder dispuesto a velar por los valores más puros e inalienables de Occidente. Un caudillo salvador simboliza-do por la figura de un triángulo rectángulo celeste, cuyos vértices conforman tres dualidades diferentes, Sol-Sagi-tario, Júpiter-Capricornio y Marte-Piscis. Héroe o villano, ésta será su grandeza, la de vivir en un mundo en el que no caben medias tintas.
La causa astrológica de tanta división interna la encontramos en la fuerte disociación Sol-Marte en el momento de su nacimiento. Una herida profunda que usted porta desde su más tierna infancia y que se ha visto alimentada por una historia de desencuentros conyugales entre sus progenitores, lo que a su vez ha provocado no solo la ruptura de su imagen de pareja sino lo que es peor, la de su propia psiquis. La solución a este conflicto está en su matrimonio, que se perfila largo y tranquilo. En él encontrará el bálsamo reparador que le ayude a cicatrizar tanto rencor y resentimiento. Sin embargo no deja de parecernos paradójico que sea en éste, su punto más débil, donde halle la fuerza suficiente para enfrentarse a los retos del poder. Pues aunque esta fuerte disociación Sol-Marte ha sido la causa de su castración paterna, también es cierto que ha sido el origen de una fuerza interna que se va abriendo paso de forma imparable en su proyección hacia el exterior, y que hace de sus posibles defectos, timidez, inhibición, introversión, etc., la mejor de sus virtudes, la pasión que siente por el poder.
Respecto a la confrontación bélica a la que usted alude, es necesario que espere para iniciarla a la señal de sangre que el cielo herido nos mostrará a todos hacia mediados de julio de este año de gracia de 1936, con Júpiter en mitad de Sagitario sobre su Sol, cerca del doble cuadrante que formarán, la doble oposición Saturno-Neptuno, Piscis-Virgo, y el desencuentro extraordinario entre el Sol, la Luna y Marte. La victoria militar llegará cuando este último planeta reciba la visita de Júpiter en el sextil de Urano; no así la paz, a la que solo accederá personalmente cuando Plutón transite Saturno, acompañado de la unión infernal de Urano y Neptuno, después de una larga y cruel enfermedad.
INFORME PELÍCANODocumento n.º 3Despacho del General Francisco Franco al General Con profunda rabia e indignación he recibido la noticia que me han pasado nuestros servicios de inteligencia militar, donde se me comunica que la España roja ha creado a finales de este mayo del treinta y siete el CNEFD, con delegaciones en Madrid y Valencia.
Se nos quiere hacer creer que el objetivo de este Centro Nacional de Educación Física y Deportes es el de poner los campos de fútbol, bajo control republicano, a disposición de los trabajadores de las fábricas, talleres y organizaciones civiles y militares. Pero usted y yo sabemos que bajo esta mascarada comunista y revolucionaria se esconde el verdadero objetivo de la fundación, cual es adelantarse a la Nueva España por los medios y mecanismos que sean, a la creación de una selección nacional de fútbol que eleve a rango de prestigio internacional los valores hundidos de esa puta que algunos llaman República.
Y no digo más. En nuestras manos está la obligación de boicotear, también por los medios y mecanismos que sean, el citado invento, y en las suyas pongo todo el empeño en conseguirlo. Si hay una selección nacional de fútbol que deba representar a España en el concierto internacional esa es la nuestra. La guerra nos traerá la paz y con ella llegará la imagen de una Patria unida bajo los símbolos sagrados de su himno y su bandera. Se imagina si llegaran a celebrarse, partidos internacionales a los compases del himno de Riego y a la vista de la bandera tricolor, como ocurrió en la Copa del Mundo en el treinta y cuatro, ¡qué vergüenza! ¡Qué sonrojo! Menos mal que caímos en cuartos y no ganamos, jamás nos lo hubiésemos perdonado. No permitamos que esta desgracia vuelva a ocurrir, la Historia nos condenaría al oprobio eterno. Por todo ello, como Jefe Supremo de las fuerzas que tengo el honor de mandar, le ordeno que al amparo de su deber haga lo imposible para acabar con tal desvarío. Esta operación goza de prioridad absoluta.
Le ruego me mantenga puntualmente informado.
¡Arriba España! ¡Viva Franco! INFORME PELÍCANODocumento n.º 4 Despacho del General Moscardó al General Francisco Estimado General:Hago mío su estado de ánimo y tremenda preocupación por tan sorprendente noticia. He de comunicarle que su Excelencia estaba en lo cierto al pensar que toda esta mascarada del CNEFD no era más que una jugada de estrategia política cuyo objetivo final no era otro que el situar en primer plano de actualidad internacional la imagen de la República en detrimento de la de una España grande y libre.
Como su Excelencia bien sabe, la FIFA decidió en su día no autorizar ningún partido internacional en ambas zonas de guerra, la roja y la nacional. La federación republicana, que en su día puso el grito en el cielo, lejos de amilanarse ha organizado una gira internacional con los mejores jugadores de los que dispone. Por un lado el equipo de fútbol de la República de Euzkadi. Un engendro futbolístico formado por jugadores del Atlético de Bilbao y algunas incorporaciones fortuitas de jugadores traidores del Real Madrid, Baracaldo, Barcelona, Real Betis, Racing de Santander y Real Oviedo. Por otro lado el FC Barcelona, en representación de la Nación Catalana, ¡qué disparate! ¡Qué desmembración de la Patria! Se creen esos idiotas que a fuerza de goles van a conseguir ganar el apoyo político y militar que nunca han tenido de las naciones vecinas de Europa y de los países hermanos de América Latina. Además, con esta jugada rastrera de estrategia política, las autoridades republicanas pretenden obtener un doble premio. Aparte del mencionado, también quieren alejar a los mejores jugadores internacionales de una posible tentación del bando nacional. En otras palabras, los mandan lejos porque les acojona que se unan a esa larga lista de jugadores de la talla de Eizaguirre, Quincoces, Ciriaco, Samitier, por no nombrar al propio Zamora, que ya se han unido a nuestra sagrada Causa. A pesar de todo, es justo reconocer que los mejores todavía están con ellos, espero que no por mucho tiempo, pues en el ánimo de todos nosotros está el reconducir a estas ovejas descarriadas al redil, ¿cómo hacerlo? Deje eso en mis manos.
Le explico. Dos son los objetivos prioritarios que me El primero supone ganar la batalla legal ante la FIFA, a fin de que se nos reconozca como la única selección oficial de España. El segundo, convencer a los desafortunados jugadores del bando republicano para que se sumen a nuestra noble Causa. Para la consecución del primer objetivo he puesto en marcha el operativo Lolita, para la consecución del segundo he creado el operativo Canto de Sirenas. De la marcha de ambos operativos estará, como es deseo de su Excelencia, puntualmente informado.
Sin más que añadir por el momento, se despide con un fuerte abrazo su amigo y servidor.
General Moscardó.
¡Viva Franco! ¡Arriba España! INFORME PELÍCANODocumento n.º 5Orden del Alto Estado Mayor del Ejército de España por el que se recompone en zona nacional la Federación Española de Fútbol y se nombra un comité directivo compuesto por los siguientes señores: Presidente: Teniente Coronel Julián Troncoso Sagrado.
Vicepresidentes: Sres. don Juan López García y don Secretario: Sr. don Luciano Urquijo.
Tesorero: Sr. don Santiago de la Riva.
Y se acuerda requerir al entrenador de la Selección Sr. don García Salazar, formar un Equipo Nacional de garantías que pueda, llegado el caso, jugar partidos internacionales y competir contra selecciones extranjeras de países preferentemente hermanos, como son los de Italia, Alemania y Portugal.
Así mismo se acuerda nombrar a don Pedro Escartín delegado único, con plenos poderes para proceder a la depuración de los colegios arbitrales en zona nacional.
En Burgos, a 3 de septiembre de 1937.

Source: http://www.editorial-club-universitario.es/pdf/3278.pdf

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